Dada además su extensión, creo que merece un espacio aparte, en el que pueda ser respondido adecuadamente.
Lo hago aquí, porque además, creo que es una cuestión relevante, que puede interesar a más personas.
Dada además su extensión, creo que merece un espacio aparte, en el que pueda ser respondido adecuadamente.
Lo hago aquí, porque además, creo que es una cuestión relevante, que puede interesar a más personas.
(Estas entradas tienen por finalidad explicar y aclarar algunas cuestiones que sobre el sentido del Karma, o su sinsentido, por qué no funciona y están contenidas en «Vuelo a la Libertad o el sinsentido del Karma» – 2/4)
Quiero explicar aquí, por qué el Karma no funciona, o mejor dicho en su significado tradicional, el que siempre se ha repetido, y que se le atribuye a la palabra Karma
Explicaba cerrando mi anterior entrada que «uno de esos condicionamiento es creer que estamos ligados a esos actos tantas veces inconscientes o involuntarios que, según la tradición genera del Karma, habremos de pagar y purgar...»
Bien, vamos a pensar sobre esto de la ley de la compensación que es, según la versión que yo llamo tradicional, lo que es el sentido de la palabra Karma, lo que significa, y por lo cual digo que ESTE KARMA NO FUNCIONA.
(Estas entradas tienen por finalidad explicar y aclarar algunas cuestiones que sobre el sentido de la Ley del Karma, o su sinsentido, están contenidas en «Vuelo a la Libertad o el sinsentido del Karma» – 1/4)
Para el qué pregunta qué es el Karma decirle que el significado de la palabra Karma: Dos versiones, la tradicional y la esotérica
Con ocasión de la publicación de Vuelo a la Libertad, o el sinsentido del Karma, he estado dando una vuelta por sitios en Internet donde preguntan sobre qué es esa Ley del Karma, y en todas partes he encontrado el sentido tradicional que se le da a esta palabra, el cual podemos resumir en la ley de la compensación, o el sexto principio de causa y efecto del Kybalion:
Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley.