Esta entrada es para aclarar algunos puntos que no quedaron suficientemente bien explicados en el vídeo anterior.
En un vídeo explico las razones de hacer este segundo vídeo, espero que de esta forma responda totalmente a la pregunta realizada.
En un vídeo explico las razones de hacer este segundo vídeo, espero que de esta forma responda totalmente a la pregunta realizada.
A ello respondí que el problema no está nunca en pedir, sino en «cómo, de qué forma, por qué, para qué, desde qué estado interior y qué realmente estamos pidiendo…».
El problema no es nunca es el hecho en si, sino no nosotros. Es lo mismo que con otras muchas cosas, ¿es acaso bueno o malo un cuchillo? Dependerá de con qué fin lo utilices, el cuchillo es una mera herramienta. Pedir, o lo que podríamos llamar orar, es u na herramienta. El efecto de su uso no depende de la misma herramienta, sino de la propia persona.
Para poder analizar todo ello con más facilidad, aporto un concepto propio de clasificación muy simple, pero que refleja de una forma bastante precisa el camino que todos recorremos en c santo a nuestras creencias, esto es: aquello con lo que llenamos nuestra mente y a través de lo cual luego procedemos en nuestra vida.
Sin embargo, esto no quitará el escollo que puede significar desconocer tanto mi línea de trabajo como de pensamiento que he expuesto en muchos artículos y vídeos anterio
Porque una cosa es que exista una ley y otra es que sepamos cómo hacerla valer, y de todo ello ya hemos hablado en el vídeo anterior, de la condición básica que es reconocer el engaño, y que lo apegados que estamos a dicho engaño porque incluso constituye nuestra base de creencias, la razón en la que nos apoyamos en nuestra vida. Si todo ello no se cumple, olvídate de lograr justicia alguna, simplemente porque no podrás hacer tu reclamación, ni correcta ni incorrectamente, pero si lo has cumplido…