¿La Compasión? Nada que no conozcas, ¿verdad? ¿Qué razón hay de preguntar qué sabes sobre ella? Pues quizás que no has considerado todos los condicionantes, sí condicionantes, que esa emoción puede llevar aparejada y estar dirigiendo tu vida sin que tú mismo seas consciente de ello.

La Compasión es una de las emociones más bellas que puede sentir el ser humano. Es una empatía de nivel superior que necesita de, precisamente, unos valores superiores. Sin embargo, de la misma forma que la Ira, tal como vimos en el artículo correspondiente, siempre ha tenido muy mal cartel, pero es una emoción que no debemos rechazar porque nos puede ayudar en no pocas situaciones, la compasión es, a pesar de toda su aparente bondad, una emoción que nos puede perjudicar de una forma muy importante.

Esas son las paradojas de la realidad en la que vives. O, mejor dicho, de la manipulación en la que vives.

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Tener creencias es normal, todos las tenemos, ¿pero nos paramos a analizar a qué o quién sirven esas creencias… Porque, a poco que lo pienses, excepto aquellas que provienen de tu propia experiencias, las demás alguien te las ha entregado.

Tus Creencias, , como vimos en el artículo anterior Las 7 Señales de la Mente Encarcelada – Libera tu Mente 1/3,  son en su 90 por ciento pura fe. No tienes pruebas de que sean ciertas pero las aceptas como tal. Tener creencias es normal, lógico, pero pocas veces nos cuestionamos si esas creencias nos sirven o si nosotros las servios a ellas. ¿Qué parte de lo que les entregamos nos es devuelto de alguna forma y qué parte nunca nos retorna, o cada vez nos exige más? En otras palabras: Nuestras Creencias, ¿nos sirven o las servimos, nos ponemos a su servicio?

Puede parece algo extraño preguntárselo, pero es simplemente porque una vez que hemos aceptado una creencia, raramente nos la cuestionamos, nos preguntamos sobre aquello que hemos decidido aceptar como cierto. Así que por esa razón hoy abordo este asunto.

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Hay miles de historias mostrando que es una Mente Encarcelada, pero aquí te traigo un total de 5+1 porque las dos últimas están enlazadas. En ellas te muestro como ejemplo, y solo como ejemplo, algunos casos de creencias que, a poco que las analices, verás que carecen de toda credibilidad.

 La Mente Encarcelada vive en historias. Esta historias que aquí te traigo solo son ejemplos, pero podrían escribirse volúmenes de historias similares, tanto del pasado que hoy ya han sido superadas, como del presente que viven con fuerza en la mente encarcelada de miles y hasta millones.

Sin embargo, y tal como hago en este vídeo, a poco que les sometas a un mínimo análisis desapegado, con cierto conocimiento histórico o técnica, o una simple reflexión con información del pasado, puedes darte cuenta tú mismo que no se sostienen ni poco ni mucho. A pesar de ello, son creencias vivas en las mentes de muchos.  Las creencias están vivas, y sus mentes encarceladas.

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Todos tenemos en algún momento la Mente Encarcelada, y algunos lograron liberar su mente y así liberarse a ellos mismos. No te quepa la menor duda, si quieres ser libre, tienes que liberar tu mente, así que la pregunta es fácil: ¿Es tu mente una mente libre o una mente encarcelada?

 ¿Mente Encarcelada? ¿Qué quiero decir?  Que aunque parezca que tu piensas con total libertad, y de forma muy lógica y hasta inteligente y, por tanto, actúas en consecuencia, en realidad no es así.

La realidad es que tu mente está encarcelada en creencias a las cuales tú le atribuyes una veracidad que no puedes contrastar de forma alguna, son pura fe.

Así, tu mente está encarcelada y, de paso, tú también.

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No ser vegetariano o vegano a veces no es una elección, es una consecuencia… Hoy hablaré de este asunto porque creo que es importante dada la gran cantidad de desinformación que hay sobre este asunto y el interés en dirigir a la sociedad en una determinada dirección.

No ser vegetariano o vegano a veces es como tener una alergia. ¿Puedes evitar una alergia? Pues parece ser que en muchos casos no es posible. Dirán que es un defecto del sistema inmunológico o una hipersensibilidad. Pero, ¿podría ser la sensibilidad adecuada?

Quiero decir, pensemos en las personas que son alérgicas a la radiación emitida por los dispositivos electrónicos. Esta percepción se denomina hipersensibilidad electromagnética o electro hipersensibilidad (EHS). ¿Podría ser que ellos tengan una sensibilidad que les esté advirtiendo de que esas campos electromagnéticos son negativos y los demás ya no nos enteramos y, tal vez, nos estén enfermando poco a poco?

Lógicamente, ni lo primero ni lo segundo será hoy aceptado por la narrativa oficial, no ayuda a su negocio.

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