Para limpiar o liberar el Karma hemos recorrido un camino, no es algo que suceda por qué sí, ahora nos queda un tercer paso: Aceptación.
En la primera parte investigamos y ordenamos que es aquello que en nuestra vida nos está restando energía, en la segunda nos dirigimos a nosotros mismos para liberarnos del hábito de sentir y pensar de cierta forma, dejando espacio para las cosas nuevas que ahora vamos a permitir que entren. Hay que recordar siempre que antes de que pueda entrar nada nuevo en un espacio, el que sea, hay que hacer hueco para ello.