La Conciencia no te cuenta teorías consoladoras de futuros mejores, te pide actuar aquí y ahora, esforzarte aquí y ahora, comprometerte aquí y ahora, y eso… Eso no es fácil.
Hay que hacer algo más que sentarse y repetir lo mucho que te amas. Eso del amor incondicional suena bien , pero no es real. ¿Cómo te vas a amar si te das cuenta que, por falta de voluntad, disciplina o lo que sea, te estás destruyendo e, incluso, destruyendo a otros con un determinado comportamiento o forma de ser. Podrás decirlo y repetirlo, pero no será real. Lo único que será real será la culpa y la vergüenza por actuar de esa forma.
Sin embargo, hacer real ese objetivo es mucho más complejo de lo que aparentemente parece. Amarte a ti mismo se ha convertido en un tópico, donde se dice que significa aceptarte tal como eres, sin más, pero… ¿es eso real? Si eres alguien que por tus hábitos te hace avergonzarte de ti mismo cuando te miras al espejo, ¿puedes amarte realmente o solo sentir piedad o autocompasión?
Y, curiosamente, en tu intento de avanzar en vez de soltar carga, lo que haces y hacemos todos es añadir más carga, con la ilusión de que de esa forma encontraremos un conocimiento, o algo que nos ayude. Sin embargo, generalmente es al revés.
Y no tengo nada en contra de ser «buena persona», pero es eso no es el objetivo de este artículo y el vídeo que le acompaña. Creo que todo el mundo, en sus propio espacio personal, ya sabe lo que es ser buena persona. Lo que no está tan claro es como lograr ese crecimiento interior que nos lleve a ser más capaces y, además, vivir mejor. Hoy abordaremos los errores que en ese camino se suelen cometer.
