Y cuanto más se empeñan en cuadrar lo que no se puede cuadrar, que es hacernos creer que fue de lo más natural para los hombres de aquella época construirla, más claro queda que lo que dicen no tiene sentido. Veamos unos pocos ejemplos de ese empeño, y de lo imposible de este monumento para nuestro conocimiento actual.
Estudiando ese pasado no te queda más remedio que aceptar que algo se nos oculta. No puede ser que una simple persona, con sólo los recursos de la lectura y su propio razonamiento, llegue a comprender que la verdad es mucho más vasta y, sin embargo, catedráticos e investigadores oficialistas siguen manteniendo, y se empeñan en mantener, la ficción de un pasado que no resiste el menor embate de la razón.
Hoy inicio un pequeño periplo de varios artículos sobre este particular, La Conspiración de la Historia, ¿Existe?
Quizás no eres consciente de que escribir es el poder que tienes entre tus dedos. Seguramente te parece una tarea que realizas como otra cualquiera, un medio más para un fin. ¿Pero que te parecería descubrir que ese medio puede lograr para ti fines mucho más deseable a los que, normalmente destinas esa tarea?
\Y quizás hasta pienses que eso no se te da bien a ti, que es algo para otros ,pero no es así. Si lo consideras así, ¿qué tal es tu comunicación verbal, tu capacidad para expresar tus ideas, tu seguridad a la hora de hacerlo…? Raramente una persona que es buena en esto es mala a la hora de escribir, y viceversa. Lo podrá hacer mejor o peor, pero lo hará.
Y ser Despiadado no se refiere a serlo con nadie más que con tus propias debilidades, con ese autcompadecimiento. Todos hemos pasado por muchas tragedias y desastres, pero sólo los que son capaces de no quedarse, ni por un segundo, rebozándose en ellos son los que pueden avanzar y crecer. Hoy abordo este tema porque creo que, aunque sea inconscientemente, es muy normal mantener ese diálogo interior tan negativo.
Sin embargo, no solemos percibir que así es, porque el mundo para nosotros no puede ser de otra forma. No imaginamos que pueda ser de otra manera porque, al igual que un pez, no vemos el agua en la que nadamos.
