Los Espacios Entre Vidas (Art. 6 – Serie No Reencarnar)

Hoy, dentro de la serie  iniciada con «Dejar de Reencarnar – Parte 2» (y que debe verse antes que este artículo y vídeo), debo abordar los Espacios Entre Vidas.

Y digo que debo, porque no estaba incluido en el programa original, sino que ha sido a raíz de una serie de comentarios, que he observado la necesidad de tratar este asunto.

Sin embargo, los Espacios Entre Vidas es algo que, como trabajo dentro de las Regresiones a Vidas Pasadas, abandoné hace muchos años.

La razón de ello es que no resultaron, una vez que los experimentas y analizas, lo que la teoría nos cuenta sobre ello. Hay una buena fe, una ilusión de algo luminoso, organizador y lleno de promesas en ellos, pero al trabajar con ellos, comprendí que había algo mucho mas siniestro allí de lo que nadie decía, y casi nadie todavía hoy dice.

Una realidad aparte, una verdad oculta

Siempre he dicho que hay un gran complejo de urraca en la mayoría de la gente, de volverse irracionales en cuanto encuentran algo que brilla, aunque sea hojalata… Eso es algo de lo que tampoco soy inocente, también he caído en esa misma trampa, por eso puedo decirlo, porque lo sé de primera mano.

Esto sucede con los Espacios Entre Vidas. Nos los han pintado como un lugar maravilloso, de paz, amor, aprendizaje, crecimiento y un largo etcétera de parabienes… Ya tenía dudas sobre ello, la base que llevo a escribir Vuelo a la Libertad o el sinsentido del Karma, donde explico que el Karma real no es el Karma que te han contado toda tu vida.

Y como una cosa es contarlo y otra vivirlo, cuando lo sometes, como decía Buda, a la experiencia, el discernimiento y el análisis de la consciencia, todo cambia cuando sigues su consejo.

Y cuando experimenté con ello, le apliqué discernimiento y un análisis profundo, algo muy siniestro apareció detrás de esa brillante imagen. ¿Quieres saber qué? En este vídeo te lo explico.

Enlaces relacionados:

Primer artículo de la serie: Dejar de Reencarnar – Segunda Parte