¿Alguna vez te preguntas qué te impide cambiar?
¿Quieres librarte de algún hábito y no hay manera, o lograr alcanzar una cierta situación, o dejar atrás algún problema, o encontrar a esa persona o amistad que echas en falta, , o dejar de meter la pata siempre con esa persona o en una determinada circunstancia, o dejar de preocuparte por nada, o… ¿Tienes algún tipo de problema como ese, o parecido, y no comprendes qué te impide cambiarlo y ser más feliz?
La respuesta es fácil: Quién te impide cambiar eres tú o, si lo quieres más simple, tu Autoconcepto. Que son la ideas y creencias que tienes sobre ti y sobre lo que te rodea.
Cuando se quiere mejorar en cualquier área, tanto interior como exterior, a menudo parece que hay muchas dificultades, muchos impedimentos. No sabes muy bien cómo hacerlo, qué cambiar y de qué forma. Normalmente, no te das cuenta que las mayores resistencias no vienen del exterior, de las condiciones que te rodean, sino de tu interior.
El cómo ves, entiendes o comprendes cómo eres, y cómo es el mundo a tu alrededor, es más importante, lo creas o no, que cualquier otra realidad, porque esas creencias son tu realidad.
El SAR… La Clave que Te Impide Cambiar
¿Qué es el SAR? El SAR es el Sistema de Activación Reticular. Consiste en áreas del cerebro que son muy antiguas. Estas áreas son críticas para la supervivencia y la protección frente a amenazas, situaciones de peligro o de mucho estrés.
El SAR es como un programa automático, él decide qué partes de toda la información que recibimos son útiles para nosotros, haciéndonos conscientes de ellas, y cuales no las considera de interés, provocando que las obviemos. Cada uno percibe lo que su SAR le permite.
Lo más interesante del SAR es que podemos programarlo con nuestras intenciones y enfoque, decidir a qué le ponemos atención. Sin embargo, este no suele ser un proceso consciente, porque no nos hemos entrenado para ello. El resultado es que le ponemos atención no a aquello que, tal vez, sería lo mejor para nosotros, ni siquiera la realidad, sino lo que está en sintonía con nuestros deseos, intereses y creencias.
Y aquí es donde reside la importancia del Autoconcepto, porque aunque no lo creas, es lo que te está impidiendo alcanzar la felicidad, la paz o cualquier otro objetivo que buscas. Es el enemigo en tu propia casa.
Cambia tu Autoconcepto, y cambiarás tu vida
Es sabido, desde hace mucho, que ese Autoconcepto condiciona toda tu existencia. Todo lo que he referido es conocido. Sin embargo, no es lo mismo saberlo que experimentarlo, poderlo observar de primera mano.
En el trabajo de desarrollo personal y solución de todo tipo de problemas de orden personal que realizo, he podido constatar de primera mano su importancia de forma práctica. He observado, directamente, la diferencia en los resultados cuando este aspecto no sólo se tiene en cuenta, sino que se convierte en un punto clave. Es como la bisagra que hace girar la puerta.
Las Regresiones son la herramienta más inmediata, y eficaz, que conozco para solucionar problemas puntuales y potentes como, por ejemplo, una fobia. Sin embargo, he descubierto que, en la actualidad, y cuando se utilizan como herramienta de crecimiento y solución de problemas, no ofrecen tan buenos resultados. Por lo menos a medio y largo plazo.
Y la razón es que, cuando no se trabaja en primer lugar Autoconcepto, no te estás fijando más que en aquello que el SAR permite que percibas. Por tanto, se perderá mucha información que es crucial.
Tanto en el mundo consciente, como en los estados de expansión de la consciencia, sólo llegas a conocer aquello que tu Autoconcepto te permite, todo lo que es tu concepción del mundo y de ti mismo.
Hoy, te explicaré cómo he llegado a este conocimiento, y cómo ha influido en mi forma de abordar el trabajo de Regresiones.
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