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¿Qué va a suceder en el futuro, la Humanidad va hacia la Iluminación y el Despertar, un futuro glorioso de elevación espiritual y bienestar para todos? Más bien creo que no, y te explico por qué.
En este segundo artículo de la Serie No Reencarnar, quiero abordar el Destino de la Humanidad y la Iluminación.
La razón es que están directamente relacionados con creencias básicas y generales. Creencias que, tal como expliqué en el anterior artículo, y tal como explico en Vuelo a la Libertad o el Sinsentido del Karma, tienen una importancia crucial a la hora de No Reencarnar.
A primera vista puede parecer algo ajeno, ¿qué tiene que ver un asunto tan material con lo espiritual o No Reencarnar? Pues su importancia es mayor de lo que parece, ya que aceptan, de forma común, una serie de principios que no tienen nada que ver con lo que realmente acontece. Se reviste la realidad de un brillo del que carece, y eso tiene consecuencias…
1. Puntos básicos de error
1.1. Hacia donde dirigimos nuestro trabajo
En primer lugar, todas las prácticas y esfuerzos que se realizan en el campo de la práctica espiritual, o metafísica, están pensadas y dirigidas, aunque no se sea consciente de ello, a un crecimiento y desarrollo de capacidades y facultades con aplicaciones físicas. En otras palabras: enfocadas a un resultado material. aunque no lo parezca o se pretexte lo contrario, y no a su objetivo real, que es la apertura al Ser, a la Consciencia.
Se toma como dicha apertura el adquirir más capacidades o habilidades, cuando no tiene nada que ver. Es como el cuento Zen, donde el alumno grita a su maestro: ¡Maestro, maestro, estoy levantando! A lo que el maestro responde: Muy bien, pero que eso no te distraiga de tu meditación. Se busca activar la pineal, despertar el Kundalini, abrir el Tercer Ojo, etcétera, ¿pero para qué? Pues para tener unas capacidades por encima de las normales, eso lo primero, pero otra vez, insisto: ¿para qué? Muchos contarán que es para tener más elevación espiritual… ¿En serio? Si dicen eso es porque no han estado en muchos círculos de esos que se auto-etiquetan de espirituales.
En realidad, al final todo ese trabajo con el engaño de una evolución gloriosa hacia un mundo brillante, parte de una base falsa. El propósito del ejercicio no es levitar, es otro, pero si se levita se demuestra lo elevado que uno es, ¿verdad?
Por tanto, haciéndolo mal de partida, apuntando en una dirección errónea, nunca se va a acertar en el objetivo.
1.2. Vivir en la ilusión de una iluminación «ad hoc»
Está muy extendida la creencia de que un mágico día, por haber llegado a no sé qué Era, por haber crecido mágicamente el nivel de vibración general, porque la galaxia pasa por no sé donde y etcétera, nos elevaremos a una posición espiritual o vibratoria muy superior.
Y todo ello por decantación, porque yo lo valgo. Se difunde la idea de que hemos llegado a un nivel de evolución que permite, porque sí, dejar de reencarnar, o acceder a la riqueza y la abundancia, cambiando unos pocos parámetros internos. A veces ni eso, sino sólo por derecho propio.
Y esto es ignorar totalmente la realidad del mundo. Esto es, como digo a menudo, asomarse por la ventana que da a nuestro patio trasero, y sólo con la vista que ahí se nos ofrece, considerar que así es el mundo. Y esto lleva a otro error: Considerar que, algún mágico día, llueva de pronto la Iluminación, que llueva a cántaros la Iluminación…
1.3. Creer en un Destino de la Humanidad que no existe
Y, en general, hay la creencia de un futuro luminoso en las estrellas, pero tal como explico más largamente en Desde el Otro Lado, no hay razones que avalen ese sueño, nada lo avala, ni en nuestro presente ni en nuestro pasado. Especialmente en nuestro pasado, ese que hemos olvidado y por haber olvidado estamos condenados a repetir.
Sin embargo, es una creencia más, o un sueño más… Y si crees que vas a vivir un futuro luminoso en los siglos venideros, ¿qué problema hay en reencarnar? Ninguno, ¿verdad? Siempre será algo mejor, ¿a que sí? Si así lo crees, es que ni has mirado el pasado, que siempre se repite, ni tampoco miras con atención al mundo en el que vives, ni a quién pertenece.
Hoy, te digo a noviembre de 2019, que el futuro que veo se aproxima veloz es bastante oscuro. Todo lo contrario de lo que llevan años vendiéndonos todos para despistarnos de la realidad, pero en mi caso no me despisto: la Humanidad no está preparada para lidiar con lo que se le viene encima.
1.4. Necesidad de abrir los ojos y los oídos
Por todo ello, he querido hoy abordar el Destino de la Humanidad y la Iluminación, porque sirven para darnos cuenta de hasta qué punto, en líneas generales, se está hipnotizados con falsas creencias. Incluso en los entornos que presumen de esa Iluminación. Y en este caso, también como en otros, mucho de lo que te comento tiene su origen en las experiencias que he observado en mi trabajo de Regresiones a Vidas Pasadas.
Por ejemplo, hace años que llevo observando que la claridad que se les supone que tendrían que tener las personas en un escenario más evolucionado, no es tal, al contrario. Si comparo la predisposición a una experiencia de orden espiritual de la personas de hoy, a las de hace diez años, la actual es manifiestamente inferior y esto dice algo con mucha claridad: No vamos hacia un despertar espiritual, siquiera a un mundo con personas más conscientes, sino a todo lo contrario.
¿Sientes que frente a determinadas situaciones reaccionas emocionalmente sin poder evitarlo? ¿Tienes sentimientos de ahogo, angustia, presión en el pecho, e incluso dolor?
La Terapia de Regresiones te puede ayudar a lograr la calma, la seguridad y la paz en tu corazón.
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