«La Disciplina es el puente entre lo que eres y lo que anhelas ser» (David Fischman).
A menudo me preguntan por soluciones a muy diversos problemas, de todo tipo, pero la cuestión es siempre la misma, no hay soluciones mágicas, y si las hay… Sólo se logran después de un buen entrenamiento. Quiero decir: Hay cosas que algunas personas hacen que pueden parecer milagrosas a otros, pero en general sólo son logradas después de un trabajo disciplinado. Mira que no digo duro, sino sólo disciplinado.
Y es que sin el orden que introduce en tu vida la disciplina, ten por seguro que no lograrás salir del punto en el que estás. Y si te estás quejando de cualquier cuestión es, precisamente, porque estás en un punto del que quieres salir.
Contenido del Artículo
1. Voluntad vs Motivación
En todo método que puedas seguir para alcanzar la disciplina, lo que más destaca es la necesidad de la fuerza de voluntad. Sin embargo, es un recurso del que intento huir siempre. Sé que hay veces en que sólo puede aplicarse esta fuerza, no hay otra. Es cuando sabes que debes hacer algo aunque no lo quieras hacer y lo haces. ¿Qué remedio, verdad? Entonces lo único que tienes es poner voluntad.
No obstante, no ofrece los mejores resultados. Cuando, por otra parte, estás motivado, tienes una razón profunda para hacer algo, entonces aún cuando sea algo más duro de llevar a cabo que aquello otro que requería voluntad, es más sencillo. El libro que tienes que estudiar porque no queda más remedio se te hace duro, intratable y lo olvidarás pronto. Pero ese mismo libro, si estuvieras motivado lo devorarías y, más aún, con una sola lectura, y años después, recordarías muchos pasajes del mismo.
No siempre vas a poder elegir, no pocas veces te tocará aplicar la voluntad, pero podemos intentar algo mejor si encontramos la motivación que nos lleve en vez de tenernos que arrastrar.
2. El Ser que Eres No Necesita Disciplina
En el artículo y vídeo anterior, te llevé a través de un ejercicio a que conectaras con tu esencia más profunda. Al tiempo, te mostré cómo cuando esa esencia se enfrenta a algo que, a pesar de toda tu, incluso, buena voluntad, no has logrado superar, queda difuminado. Es como si no tuviera ya el poder que tuvo.
Quizás te ha pasado años tratando de solventarlo con ejercicios, ya sea del perdón, o de enviarle energía, o en meditación, o… ¿Qué más? No obstante, cuando te sitúas en tu propia identidad, en tu propio Ser, aquello pierde toda su energía negativa, ¿qué ha sucedido?
A través de los dos artículos anteriores, sobre la Distracción y los Demás, te mostré cómo todo ello te va alejando de tu real energía y naturaleza. La vida te aleja de quién eres, y cuando eso sucede te haces vulnerable a cuestiones que, de otra forma, sólo serían meros accidentes. Desagradables y desafortunados, sí, desde luego, pero accidentes.
Vivir significa eso, cometer errores, pero quedarse en ellos no nos aporta nada. Por ello, puede pasarte la vida intentado a fuerza de voluntad corregirlos, pero no irás muy lejos. Sin embargo, cuando conectas con tu Ser, la cosa cambia… El no necesita voluntad, porque está más que motivado para sanar todo aquello del pasado que tú, desde una posición alejada de Quién Eres, no has podido o sabido sanar.
3. La Única Disciplina que Necesitas
Una vez que has recordado quién eres, no necesitarás más la Disciplina de la fuerza de voluntad como puente entre lo que eres y lo que anhelas ser, porque ya lo serás, ya serás todo lo que anhelas ser.
El problema aquí radica en:
- Hacerlo muy presente en tu vida, recordarlo constantemente.
- Aceptarlo para que se asiente en ti, porque es un desafío.
- Y estar muy atento a tu presente, a las distracciones y los demás, porque todo ello te moverá de este centro. De esta forma, cada vez que te alejes, deberás volverlo a traer a tu consciencia, deberás repetirte esos YO SOY, que te recuerdan tu verdadera naturaleza.
Esta es toda la disciplina que necesitas. Si eres capaz de mantenerla, cada vez tendrás menos cosas que hacer a base de fuerza de voluntad, y cuando suceda, si comprendes cómo eso sirve a tu YO SOY, te será mucho más sencillo realizarlo.
4. Y tú, ¿cómo lo llevas con la Disciplina?
Recuerda que sin ejercicio no hay resultados. Te ofrecí un ejercicio muy simple, pero quizás te cueste. Si sucede es que algo internamente se resiste al cambio. No es nada extraño, muchas veces inconscientemente percibimos que cambiar puede ser peligroso. El dolor conocido es muchas veces más confiable del la felicidad desconocida. Esta es una promesa, pero el dolor ya sabemos como lidiar con él.
Sin embargo, te pediría que lo intentarás, porque hay un principio que es que o vas para arriba, o vas para abajo, nada permanece estable. Y quizás me digas que en lo físico, al final, siempre se irá para abajo, pero yo te hablo de algo más profundo, de algo que siempre quiere estar en crecimiento. Espero que el vídeo que sigue te ayude, y si necesitas que te lo aclare un poco más o mejor… Pregúntame.
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