Hoy, dentro de la serie iniciada con «Dejar de Reencarnar – Parte 2» (y que debe verse antes que este artículo y vídeo), vamos a comentar sobre algo que puede resultar extraño: Que hay personas que ya han despertado, han llegado, pero que no son conscientes de ello.
Personas que, según yo lo creo, tienen más predisposición natural para No Reencarnar, aunque ni siquiera, por sus creencias o porque ni lo han pensado, se lo planteen.
Y es que nos han inculcado que alcanzar cierto estado interior, de despertar, implica cosas que incluyen los milagros: Caminar sobre las aguas, sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, etc…
Pero, tal vez, Despertar sea algo mucho menos espectacular, sea simplemente un estado interior abierto a la experiencia del Ser, como diría Karlfried Graf Dürckheim. Algo que sea incluso difícil de detectar por parte de quienes le rodean, porque tampoco le pueden atribuir esa cualidad, ya que, igualmente, para ellos también debería caminar sobre las aguas si así fuera.
El problema de Haber Llegado
Imaginemos que es tu caso, que viven esa situación extraña. Y lo es porque emocionalmente sientes de una forma diferente, para la que no te han preparado. Siempre te han contado que la Iluminación era algo maravilloso, como flotar, ser constantemente feliz, pero no es así.
De pronto, o no tan de pronto porque se suele fraguar a lo largo del tiempo, cosas que antes te estaban permitidas, no por las leyes sino por tu propia forma de entender la vida, ya no te resultan cómodas de hacer, o de dejar de hacer. Te vuelves más exigente o, mejor dicho, parece que alguien dentro de ti se ha vuelto más exigente.
A veces incluso, es un tanto tiquismiquis ese alguien que vive dentro de ti. Que sabes que eres tú, pero no el tú que creías ser. En realidad te gusta, porque es mejor de lo que tu eres e, incluso, esperabas poder ser, pero no es fácil el nivel de exigencia al que te somete. Resulta un traje que, o te viene grande, o te aprieta.
A veces, llegas a compararte con un psicópata, porque siempre se les ha achacado el no sentir, y tú parece que no sientes. Pero es que, simplemente, que sientes de forma diferente. Los psicópatas si sienten, lo que no tienen es empatía, y sólo sienten deseos de poder, del tipo que sea. Pero tú, cuando has llegado, lo que menos te importa es el poder.
Es eso y mucho más, son muchas cosas, pero que no resultan cómodas, especialmente si no sabes qué te está pasando.
Y una nota importante: Aunque te sientas así… No tienes nada garantizado. Sólo el trabajo interior, el profundizar en la experiencia o abrirte a la experiencia del Ser, es lo que puede realmente hacer que llegues a ser Libre.
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Primer artículo de la serie: Dejar de Reencarnar – Segunda Parte
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